Estas son 2 anécdotas, curiosas, chistosas, vergonzosas y sorprendentes de algunos de nuestros usuarios que quisieron compartir con nosotros un de esos “momentos “pero no te rías tanto por que el próximo podrías ser tu ;) Durante un viaje desde Bogotá a Pereira “ nos cuenta Mónica Mancera” mi esposo y yo nos montamos al bus, nos acomodamos en nuestras sillas, cuando de repente una señora de edad avanzada por no decir que ya era una viejita, se sube con un perro, les digo la verdad… fui la primera en “voltiar” los ojos y pensar que en ese recorrido tan largo no me quería aguantar un perro “jodiendo” ladrando y oliendo a eso… a perro. De repente el conductor le dice a la señora que el perro lo tenía que llevar en el compartimiento de las maletas. La señora lloraba y le rogaba al señor que se lo dejara llevar en las piernas, igual estaba en un guacal y en realidad el perro era pequeño, no estaba molestando y era muy tierno. En ese momento a mi como a la mayoría de pasaje...